Un fenómeno natural muy importante aunque ocasional,
es la erupción de volcanes, que de ocurrir lanza cenizas con
tal violencia que fácilmente llegan a 30 km de altura, extendiendose
lateralmente a 100 km arrastrada por los vientos de altura, con una
velocidad media de aproximadamente 100 kt.
La cenizas están compuestas por granos de distinto
tamaño y densidad, sus dimensiones van desde micrones hasta tamaños
que rompen los parabrisas de un avión.
Se encuentran en las cenizas, azufre, titanio, magnetita
y algunos silicatos, siendo el mas duro la albita.
Ya se han registrado casos de aviones seriamente afectados
por estas cenizas, por lo que se recomienda no volar en zonas de actividad
volcánica o cerca de ellas. Suelen causar cuarteadura en parabrisas
y ventanillas, picaduras en bordes de ataque, erosión de superficies
de control y alares, obstrucción del tubo pitot, erosión
y pulimentacion de alabes en las turbinas, eleva notablemente las EGT,
finalmente el nivel de las obstrucciones del motor es tal que termina
apagandose, siendo mas que dificultoso reencenderlo., ademas de estos
provoca daños menores en diversos sistemas auxiliares.
Los radares no son capaces de detectar las nubes de
ceniza volcánica y aun menos los instrumentos de abordo, cuando
se vuela en ellas, se noto polvo en la cabina, aumento de las EGT, aumento
de estática de radio, un resplandor de color naranja delante
de los motores y un fuerte olor a quemado. Estas nubes durante el día
se las puede ver a simple vista, pero no así durante la noche
o en condiciones IFR.
Como consecuencia de las cenizas en la estratosfera
se forman unas nubes denominadas Madreperlas ubicadas a unos 20 km de
altura y que pueden se apreciadas en los atardeceres de regiones septentrionales.
Estas nubes tienen un espesor de miles de pies y se
extienden por 20 o 30 km, están constituidas por cristales de
hielo que brillan por la luz solar a la vez que la descomponen en colores,
tal como ocurre en el arcoiris.
Otros fenómenos aunque no relacionado con los
volcanes, son las nubes nuctilucentes, situadas a 80 km de altura.
Se observan en el crepúsculo reflejando la luz
del sol con un tenue color azulado y un brillo dorado cerca del horizonte.
Están formadas por hielo y polvo cósmico, traído
por meteoritos u otras partículas que alcanzan la atmósfera
terrestre.
La radiación solar ioniza los átomos de
nitrógeno y oxigeno en la ata atmósfera, los que al recuperar
su nivel de energía normal emiten quantos de luz, esta luz esta
dentro del espectro visible en las bandas que van del verde al rojo,
dando así origen a las auroras.
Aparecen entre los 80 y 1000 km de altitud cerca de
los polos magnéticos ciñendose por lo general a los 75º
de latitud, siendo las que ocurren en la norte las boreales y las del
sur las australes.
Según su estructura se clasifican en dos grupos,
uno constituido por todas con aspecto de rayos y el segundo las homogéneas.
Para finalizar, las estrelles fugaces, científicamente
denominados meteoros se deben a la fricción de la atmósfera
con las partículas procedentes del espacio exterior.
Estas partículas se denominan meteoroides y su
densidad es la del hierro, entra en incandescencia al elevar su temperatura
por fricción con la atmósfera hasta finalmente vaporizarse
en ella, rara vez alcanzan la superficie, cuando es así se los
denomina meteoritos.
El nivel mas frecuente en la que aparecen es a 100 km
de altitud y se extinguen a los 80 km, los mas importantes y casi como
una rareza llegaron hasta los 25 km de altitud antes de vaporizarse.
Aparentemente provienen de un punto radiante en el exterior
de la Tierra y se les da el nombre de la constelación de la que
provienen.
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Esquema físico
de la atmósfera.
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